En este apartado vamos a poner artículos de interés, entrevistas, consejos, etc. Esperamos que despierte tu interés.
Hoy vamos a hablaros sobre la terapia manual. Muchas veces hemos oído este término muy conocido en fisioterapia, pero ¿realmente sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de terapia manual?
La terapia manual es un conjunto de actos fisioterápicos basados en la evidencia científica, con objetivo diagnóstico, preventivo y terapéutico de cada paciente de forma individualizada
El origen se remite a muchos años atrás, pero podemos nombrar a James Cyriax como padre de la terapia manual. En esta web ya hemos hablado más veces de la importancia de este ilustre, que abrió una nueva perspectiva que revolucionó la fisioterapia. Tras Cyriax habría que nombrar también a Kaltenborn, Mc Kenzie, Maitland, Grieve, Mulligan, Bluter, quienes desarrollaron y actualizaron todo el enfoque del maestro y padre de la fisioterapia moderna James Cyriax. La gran aportación de todos estos autores nos lleva a definir un método basado en el razonamiento clínico y la evidencia científica que conocemos como la actual terapia manual.
La terapia manual es la aplicación de diferentes técnicas manuales sobre músculos, huesos, tejido conjuntivo, nerviosos, logrando reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan las diversas disfunciones orgánicas y funcionales, así como sus manifestaciones dolorosas.
Para ello es fundamental un razonamiento clínico, que se basa en la recopilación de la mayor información posible que logramos mediante una buena anamnesis y una correcta exploración. Con esta información desarrollamos una hipótesis de diagnóstico que corroboramos mediante diferentes test articulares, musculares o neurales para llegar al diagnóstico fisioterápico. Este diagnóstico fisioterápico, no sólo nos dice cuál es la patología a la que nos enfrentamos, sino cuáles son las causas que la están provocando.
El objetivo de estos test de corroboración es reproducir los síntomas del paciente, lo que nos da la información necesaria para lograr el objetivo tan importante de un buen diagnóstico fisioterápico. Antes de hablar con qué vamos a disparar al enemigo, hay que saber con exactitud quien es ese enemigo.
Llegados a este punto realizamos el tratamiento pertinente tras el cual volvemos a revaluar, con lo que confirmaremos la efectividad de dicho tratamiento.
Todo esto se acompaña del necesario proceso cognitivo basado en la educación del paciente. Es fundamental explicar todo lo que vamos haciendo, cuál es el problema y cómo funciona. Sobre todo teniendo en cuenta que la persona que padece esa disfunción debe de ser el protagonista principal en el proceso de curación y readaptación a su rutina diaria. Entendemos que el fisioterapeuta es el profesional que dirige y acompaña el proceso, pero que la responsabilidad de la curación recae en la persona que padece el problema. Se acabó el paciente pasivo tumbado en la camilla y el fisioterapeuta activo curándole. Hay que tomar conciencia de la importancia de este concepto. SOY YO QUIEN ME VOY A CURAR, EL FISIOTERAPEUTA ME AYUDARÁ A QUITAR OBSTÁCULOS Y DIRIGIRÁ Y ACONSEJARÁ EN ESTE PROCESO.
En los últimos años la investigación ha avanzado a pasos agigantados. Las pruebas diagnósticas han acelerado un montón todo lo referente a la investigación. Hoy en día podemos afirmar que la terapia manual tiene la suficiente evidencia científica que avala su efectividad en el tratamiento de disfunciones neuro-musculo-esqueléticas. No obstante grandes profesionales siguen investigando y publicando artículos que aumentan la evidencia de este enfoque terapéutico que en EGFISIOS tomamos como referencia principal.